Por cada anuncio malo, hay uno que te inspira. Por cada tarde de biblioteca, hay un descanso donde te mueres de la risa. Por cada rosaleda de un vecino, hay una flor con la que sorprender a tu madre. Por cada minuto perdido en el coche, hay minutos escuchando música de la buena. Por cada vez que lloro, hay lametazos salados ricos por la cara. Por cada enfado, hay luego siempre una reconciliación dulce. Por cada chicle que te jode dar en el alma, hay un pequeño gesto de amor (o simplemente de generosidad). Por cada tanque que se fabrica en el mundo, se fabrican 131 mil peluches. Por cada céntimo gastado al teléfono, hay una noche recordada a base de risas. Por cada quemadura, hay una tarde tostadita tranquilamente al sol. Por cada persona corrupta, hay ocho mil donando sangre. Por cada cosa que se pierde, hay alguien que encuentra algo. Por cada mente brillante muerta, hay un legado que brillara aún más. Por cada lluvia, hay un charco en el que poder brincar. Por cada dolor de cabeza matutino, hay una buena noche por detrás. Por cada afonía, hay un músico que logró hacerte chillar hasta tu máxima capacidad pulmonar. Por cada examen, hay alguna cosa aprendida. Por cada agujeta, hay un polvazo que te hizo temblar. Por cada bolsa de valores que se desploma en el mundo, hay diez versiones de "what a wonderful world". Por cada interés internacional, al menos hay un pueblo que se situa bajo los focos de la agenda mediática y tiene cabida a la salvación. Por cada globo pinchado, hay otro que se estará inflando. Por cada dolor de pies, hay algún baile que te hizo dejar de pensar. Por cada dolor de oído, hay una canción que te hizo querer reventar el ipod. Por cada temeroso vuelo, hay un destino nuevo por conocer. Por cada viaje en autobús, hay alguna sonrisa desconocida regalada. Por cada revolución, hay un espíritu de lucha. Por cada periodista muerto en combate, hay una verdad más cerca de ser desvelada. Por cada hostión, hay algo aprendido. Por cada arañazo, hay un pequeño recuedo. Por cada año cumplido, hay un cúmulo de recuerdos más que almazenar. Por cada paseo en la calle, hay algún olor de pastelería que se te ha cruzado por el camino. Por cada fotografía, hay un instante congelado merecedor de ello. Por cada dictadura derrocada, hay un paso más a la democracia. Por cada nevada, hay un muñeco de nieve con una zanaoria de nariz y piedras de botón. Por cada tarrina de philadelphia, hay un paladar tocando lo exquisito. Por cada sonrojo, hay alguien que logra ruborizas. Por cada fallecimiento, hay alguien que descansa en paz. Por cada resaca, hay un vaso de agua fresca que sabe a gloria. Por cada serie acabada, hay alguien que ya está ingeniando otra. Por cada beso, rejuveneces. Por cada vez que pierde un equipo, hay otro que gana. Por cada científico que diseña un arma, hay un millón de madres haciendo pasteles. Por cada mancha de salsa en una camiseta, hay un rostro de algún manjar. Por cada mordisco, hay una seña de pasión. Por cada persona que dice que todo va a ir a peor, hay cien que está buscando tener un hijo. Por cada generación, hay una historia. Por cada verso de Neruda no leído, hay alguien que se identifica y es capaz de regalarselo a alguien. Por cada cambio, hay una novedad deliciosa. Por cada arruga que sale, hay muchos gestos de felicidad realizados detrás. Por cada muro, hay 200 mil taetes dando la bienvenida.
Suena: Gloria - Van Morrison