lunes, 27 de septiembre de 2010

Dejarse llevar, suena demasiado bien.

                                          "Y al respirar, pronpongo ser quien ponga el aire..."

Y escuchar su voz tan limpia que duele. El juro ponerle a su nombre la gravedad. Suspender las cosas del aire entre sábanas. Y olvidar, y olvidar su voz tan frágil como el sudor. Dicen que fue el calor, que hizo del pulso su piel. Yo se que fue su voz, y la historia de aquella mujer. Consiguió hacerse ligero y arder con él. Quemar la maleza, fue todo lo que pidió.

Suena: Vetusta Morla - Al respirar