miércoles, 4 de mayo de 2011

Las lolitas de Dragó


Acabo de desgraciadamente reencontrarme con aquella famosa entrevista de Dragó. "No hay nada como la piel tersa, los pechitos como capullos, el chochito rosáceo(...)" son la palabras que dedicaba el periodista Sánchez Dragó a las dos prostitutas menores con las que se encontró en un vestíbulo de la estación de Tokio. Afirma haber congeniado con ellas, que fueron esas fulanas las que intentaron robarle, que le guiñaron el ojo, y que a él le gustan las de quince años. Efecto mariposa, tormentas en vaso de agua, mosquitos muertos a cañonazos. Tras el escandalo, viene esclarecer de mejor forma los datos. Afirma que no tenían literalmente trece años, si no simplemente un aspecto muy aniñado, como cualquier oriental. Pero entre niñerías e infantilismos, no dudo que eran fulanas. Unas fulanas con carmín y rimel. El rimel para ver más pintoreso el abismo a donde se ven empujadas. El carmín para teñir cada fecundación ilícita, vegatoria y repulsiva que reciben. Son niñas. Niñas sin infancia, sin vida, sin sueños. Son niñas perdidas, desarraigadas y vulnerables. A veces, siento pavor y verguenza de vivir en un mundo, donde ni las más acristalada y cándida mirada de la infancia es respetada.
Ps: Y para mayor escarnio, dejarme recordaros, que entre todos nosotros, pagamos por que este hombre tenga un espacio en un canal público de la televisión española. Con gente así, más razón aún para nunca encender aquel aparato cancerígeno.

Suena: She belong to me - Bob Dylan